Emerger cicatrices sumergidas
por: Gabriel Navarro

Sobre la Exposición “Emerger” de José Carlos Ñiguez

«desechamos lo sobrante del modo más radical y efectivo: lo hacemos invisible no mirándolo o impensable no pensando en ello.»
(Z. Bauman: Vidas desperdiciadas)[i]

Al revisar la triste historia que sufrió Isaac Peral y el desplante que el almirantazgo y el Ministerio de Marina españoles le hicieron ante su invento del submarino Peral , podríamos contemplarla como alguien que termina convirtiéndose, en contra de su voluntad, en un residuo de la sociedad, de las instituciones, de los gobernantes pazguatos de la España de hace algo más de un siglo. Después de una búsqueda intensa de apoyos que no llegaron en la medida requerida para su innovador proyecto que podría haber cambiado el curso de la historia de nuestro país, el submarino fue finalmente botado en 1888. Pero, a pesar del éxito de las pruebas de la nave, las autoridades del momento desecharon el invento y alentaron una campaña de desprestigio contra el inventor, al cual no le quedó más remedio que solicitar la baja en la Marina e intentar aclarar a la opinión pública la verdad de lo sucedido. [ii]

Modelo del Submarino Peral en el Museo Naval (foto= Gabriel Navarro)


En un reciente artículo, M. Sánchez le recordaba como el visionario hundido. Fue un hombre de ciencia. Publicó trabajos sobre álgebra, geometría y huracanes. Pero España despreció su hallazgo. En la obra “Isaac Peral: historia de una frustración”, A. R. Rodríguez González manifiesta[iii] : «El submarino Peral no es «sólo la historia de una frustración -personal, nacional-, sino también el desarrollo de una tragedia apasionante del cartagenero Isaac Peral.» A pesar de que algunos periódicos de la época apostaron por el proyecto, no obtuvo el reconocimiento correspondiente en el entorno de la Armada y del gobierno. Uno de los comentarios que ejemplifican esta penosa respuesta de los poderes del estado aparece cuando el entonces ministro Pezuela le presenta el proyecto a Antonio Cánovas del Castillo, y este expresa: «¡Vaya! ¡Un Quijote que ha perdido el seso leyendo la novela de Julio Verne!».[iv]

Hélice de propulsión de babor del Submarino Peral (foto= Gabriel Navarro)

Las mentes conservadoras del poder en España en la época de la Restauración, temían el éxito del invento de Isaac Peral. «Probablemente ellos y todo su mundo se terminarían eclipsando de igual modo que los caballeros medievales ante las armas de fuego. Y esta era la realidad que los hombres del XIX no podían olvidar: el impacto de la técnica en la organización social era un hecho cotidiano.» [v] Con el fin de dar a conocer a la opinión pública la verdad sobre las pruebas del submarino y la viabilidad del proyecto, Isaac Peral redactó un Manifiesto que ninguno de los grandes periódicos quiso publicar.

Está considerado como uno de los ocho inventores españoles más importantes de la historia y llegó a registrar siete patentes vinculadas a sus empresas de material eléctrico. Y la historia finalmente le está haciendo justicia.

Detalle de la torre óptica Submarino Peral (foto= Gabriel Navarro)

El Instituto de Patrimonio Cultural de España (IPCE) y el Museo Naval de Cartagena han restaurado en estos últimos meses el submarino inventado por Isaac Peral con motivo del 125 aniversario de su botadura. Un proyecto de restauración iniciado a raíz de trabajos y estudios, en los que se comprobó el intenso deterioro que por causas ambientales estaba sufriendo su estructura y componentes, que determinaron el traslado del submarino, desde la fuente en la que descansaba en el puerto de Cartagena, a su nueva ubicación en el Museo Naval, cuyo acondicionamiento fue dirigido por el arquitecto José Manuel Chacón Bulnes, y un proceso intenso de restauración. Entre otros aspectos vinculados a las innovaciones técnicas de este submarino, en su proceso de rehabilitación se destacaba la importancia de que «El casco es una fuente de estudio para investigadores«.

Submarino Peral en el Museo Naval de Cartagena (foto= Gabriel Navarro)

Con motivo de este 125 aniversario, se creó un sitio web específico: http://www.submarinoperal.com/ . También podemos disfrutar de un amplio reportaje sobre el submarino Peral, con ilustrativas imágenes, descripciones y videos sobre el desarrollo, los detalles técnicos y características de esta nave, realizado por Juan C. Sánchez  en la sección de Ciencia de El Mundo.

Después del diseño de esta nave y de su historia, de sus pruebas de navegación a finales del siglo XIX, de su injusto exilio a un patético almacén, de sus avatares, y en el transcurso del proceso reciente de la reparación, de la rehabilitación, de la cura de la descomunal máquina metálica que en su tiempo se sumergió en nuestros mares, han aparecido grietas en los metales, muescas de tuercas y engarces transformadas por el tiempo, se han creado y quedan residuos. Una suerte de cicatrices variopintas que han afectado seriamente a su integridad. Y en cuyo proceso de cura los restos de óxido, el polvo generado por las lijadoras, el hollín resultante de su limpieza, los trazos de pintura antioxidante, las marcas de las juntas revisadas por los restauradores, iban dejando huellas y jirones en materiales, en objetos y escenarios que ya no volveremos a contemplar.

Interior del Submarino Peral (foto Gabriel Navarro)

Y esos residuos, esas huellas, esas cicatrices sumergidas son las que nos devuelve en sus fotografías con una mirada profunda, certera e imaginativa José Carlos Ñiguez, en su excelente exposición “Emerger” que podemos visitar en la misma sala donde reside el submarino Peral.

Exposición Emerger de J_C_Ñiguez

Al hablarnos de los hechos contemporáneos que significan los cambios radicales en nuestra sociedad, Bauman nos dice: “allí donde hay diseño, hay residuos”. Y señala: “el diseño no puede sino presagiar una perpetua acumulación de residuos y un crecimiento imparable de problemas no resueltos, acaso irresolubles, de eliminación de residuos”. [vi] La frontera que separa el ‘producto útil’ del ‘residuo’ es una zona gris: un reino de infradefinición, incertidumbre y peligro”.[vii] Estos conceptos que el eminente sociólogo extrapola del ámbito de la tecnología a los efectos sociales de una sociedad injusta que no sabe qué hacer con los sujetos considerados como “residuos sociales”, confieren, a mi modesto entender, una lectura interesante sobre el papel y las metáforas que las fotografías de Ñiguez evocan al espectador, paralelamente a los símbolos imaginarios que sugieren sus impactantes formas, objetos y composiciones cromáticas.

Obra de J_C_Ñiguez en Emerger Sala Isaac Peral (foto= Gabriel Navarro)

La singular aproximación que realiza Ñiguez con sus fotografías posee cierta esencia del arqueólogo atento a los rasgos de su pieza, pero predomina la mirada clínica. El autor no puede evitar su condición de médico, y atiende con especial reverencia cualquier signo clínico que muestran las alteraciones graves evidentes en la deteriorada salud de esta máquina, frente a los síntomas más subjetivos que cualquiera de nosotros podría suponer que presentaba en su anterior ubicación. Estos signos y sus consecuencias incorporan, a mi opinión, tanto la grandeza de los obstáculos que tuvo que superar este invento, como las lamentables y perniciosas reacciones que provocó entre quienes impidieron su proyección en aquella época. Un penoso lastre que hemos arrastrado también como residuo en nuestra sociedad, en nuestra historia, del cual debemos aprender.

No nos resulta extraño lo que señala Walter Benjamin al hablar sobre el arte en la época de la reproductibilidad técnica: “El cirujano representa el polo de un orden cuyo polo opuesto ocupa el mago. La actitud del mago, que cura al enfermo imponiéndole las manos, es distinta de la del cirujano que realiza una intervención.”… “Mago y cirujano se comportan uno respecto del otro como el pintor y el cámara. El primero observa en su trabajo una distancia natural para con su dato; el cámara por el contrario se adentra hondo en la textura de los datos. Las imágenes que consiguen ambos son enormemente diversas.”[viii]

Es oportuno recordar, igualmente, que la fotografía para Benjamin posibilitó la visualización y la recuperación de lo que tiende a desaparecer. Y en estas fotografías de Ñiguez comprobamos también la realidad del pensamiento certero de Susan Sontag cuando expresaba: “Hacer una fotografía es participar de la mortalidad, vulnerabilidad, mutabilidad de otra persona o cosa.” [ix]

Obra en Emerger de Jose Carlos Ñiguez (foto= Gabriel Navarro)

Su aproximación artesanal, delicada y, en cierta manera, clínica a estas señales que han desaparecido en el proceso de restauración del submarino responden incluso a las propuestas que el gran fotógrafo Alfred Stieglitz (que fue coetáneo de Isaac Peral) defendía mediante su obra y ante sus discípulos. Stieglitz estaba convencido de que el objeto fotografiado debía ser comprendido antes de poder representarlo con éxito.[x] Uno de los precursores de la «fotografía pura», Paul Strand, quien fuera seguidor y asociado de Stieglitz expresaba: «un fotógrafo debe tener un respeto por lo que tiene delante, no usar trucos o manipular el proceso, sino utilizar el método de la fotografía directa».

Creo que esta filosofía impregna la labor de Ñiguez, un disparo directo captando el detalle de cada momento, sin artilugios, sin preocuparse de la producción posterior de las imágenes, destacando en su acción que la fotografía debe salir confeccionada desde la misma cámara, incorporando sólo en alguna ocasión algún recurso artesanal como una bolsa de plástico frente al objetivo para ilusionarnos con la imagen sumergida del submarino.

Firma de Jose Carlos Ñiguez (foto= Gabriel Navarro)

Lo llamativo de esta obra, no descansa exclusivamente en las sensaciones que produce al deleitarse con estas fotografías e imaginar una variedad de cosas que pueda representar. Al mismo tiempo nos lleva a reflexionar su estilo. ¿Se trata de una visión particular para acoplar en sus fotografías las señas y aspectos de un tipo de «arte povera» en función de los recursos sencillos que utiliza como objetos? ¿Es una manera de “minimalismo” al expresar con austeridad y original economía de medios, mediante un uso conciso de materiales de notable expresividad? Indistintamente de los calificativos que podamos aplicar, lo que nos transmite es una pureza visual propia del arte abstracto, en un sentido amplio, global, y sin más adjetivos. Aunque todos sus objetos protagonistas son reconocibles.
Fotografía de la serie Paisajes. Exposicion EMERGER 2013. Autor Jose Carlos Ñiguez
Fotografía de la serie Paisajes. Exposicion EMERGER 2013.
Autor: Jose Carlos Ñiguez (reproducido con autorización del autor)

Disfrutar de la visualización de estas fotografías con el acompañamiento del autor fue una experiencia afable y enriquecedora. En cada una de ellas nos parábamos y reflexionaba consigo mismo y en voz alta con otras dispares imágenes y símbolos que podrían estar perfectamente representadas en sus registros, el concepto de objetos sumergidos, el movimiento intemporal de la máquina, la placidez de unas muescas de colorido metal podrido depositados en la arena del fondo del mar, etc.,… . Bajo estas ideas, nos comentaba su satisfacción al escuchar a un niño como le explicaba a su padre que en una de las fotografías lo que aparecía no era una mancha de pintura, sino la cola de una ballena. Y el autor veía, reconocía y transmitía esa misma imagen real, imaginada, y como metáfora.

Jose Carlos Ñiguez en su exposición EMERGER

Junto a nuestro mutuo interés por las cámaras Pentax, dado el tratamiento respetuoso que realizan estas máquinas del color, reconocíamos nuestra afición por el detalle de los objetos y de la naturaleza que nos rodea. El gusto por intentar descubrir un trozo de belleza en lugares y espacios que habitualmente no observamos con la atención y concreción deseables. La velocidad de nuestras vidas impide en muchas ocasiones captar escenas y sensaciones peculiares que, con la mirada oportuna, nos registra casi mágicamente la velocidad del obturador de la cámara. Vale la pena luchar tenazmente contra una de las tendencias que sufre nuestra sociedad y que Bauman nos describe: «Hoy en día, toda espera, cualquier dilación, toda tardanza se convierten en un estigma de inferioridad».[xi]

Fotografía de la serie Cicatrices. Exposición EMERGER 2013. Autor Jose Carlos Ñiguez
Fotografía de la serie Cicatrices. Exposición EMERGER 2013. Autor: Jose Carlos Ñiguez
(reproducido con autorización del autor)

Otro artista como Antonio Gómez Ribelles nos recibe al inicio de la exposición con una maravillosa poesía que define con emotividad los conceptos que la enmarcan:

Podéis leer otros atractivos y evocadores textos suyos incluidos en el catálogo de esta exposición en el siguiente enlace de su blog el aljibe: EMERGER .

Mientras contemplábamos la obra de Ñiguez, en una conversación amable y no exenta de buen sentido de humor con el director del museo, Pablo Zárate, éste nos dejaba entrever simpáticamente que quizá no fuera fácil distinguir cual de las dos obras era la de más valor, si la serie de fotografías de «Emerger» o el submarino recién restaurado.

Iluminación nocturna del Submarino Peral (foto= Gabriel Navarro)

La visita a la Sala Isaac Peral del Museo Naval para conocer con detalle y ver y tocar el Submarino Peral no es solo una exigencia para conocer una parte fundamental de nuestro patrimonio histórico, también nos ofrece con la exposición “Emerger” de José Carlos Ñiguez la posibilidad de disfrutar y descubrir otras formas de mirar y contemplar esos residuos que hemos ido creando en nuestra propia historia personal y social. Quizá, sin pretenderlo, nos asombremos con algún leve objeto o con alguna idea nueva que nos transforme un poco nuestra visión de la tecnología y de la vida.

Sala Isaac Peral del Museo Naval de Cartagena (foto= Gabriel Navarro)

REFERENCIAS:

[i] Bauman, Zygmunt: Vidas desperdiciadas. La modernidad y sus parias. Edit. Paidós 2005
[ii] Isaac Peral. Wikipedia: http://es.wikipedia.org/wiki/Isaac_Peral
[iii] Rodríguez González, Agustín Ramón: Isaac Peral: historia de una frustración. Ed. Ayuntamiento de Cartagena, 1993
[iv] Idem ant. : pág.15
[v] Idem ant. : pág. 32
[vi] Bauman. Idem ant.: pág. 40
[vii] Bauman. Idem ant.: pág. 44
[viii] Benjamin, W.: La obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica. Publicado en Benjamin, Walter Discursos Interrumpidos I, Taurus, Buenos Aires, 1989.
[ix] Sontag, Susan: Sobre la fotografía, Ed. Alfaguara. 2006.
[x] Johnson, W., Rice, M., Williams, C. (2012): Historia de la fotografía . De 1839 a la actualidad. Ed. Taschen. Köln
[xi] Bauman. Idem ant.: pág. 135

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