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Youth and Digital Citizenship+. Juventud y Ciudadanía Digital (Plus)

Youth and Digital Citizenship+ (Plus) 2020. La propuesta de ciudadanía digital para los jóvenes del Centro Berkman Klein de Internet y Sociedad de la Universidad de Harvard.

Los cambios tecnológicos y la inmersión de la vida cotidiana del conjunto de la población en el ámbito de las Tecnologías de la Información y Comunicación han obligado a numerosos organismos internacionales a adoptar medidas que permitan una adecuada inserción en el dominio de las competencias que requiere el mundo digital. Ya sea en el contexto educativo, en el laboral, o en el de nuestra vida cotidiana donde interactuamos constantemente con dispositivos que nos permiten conectar con otros y acceder a muy diversa información.

En Europa disponemos del DIGCOMP 2.1 un sistema de referencia europeo publicado en 2017 para fomentar una comprensión integral y compartida de las competencias digitales. DigComp 2.1 realiza un mapeo del conocimiento, las habilidades y las actitudes que todos necesitamos para utilizar las tecnologías digitales de una manera crítica, colaborativa y creativa en todos los aspectos de la vida.

Se estructura en cinco grandes Áreas como la alfabetización en información y manejo de datos, el dominio de la comunicación y la colaboración con otros, la creación de contenido digital, el control de la seguridad propia y de los demás, así como, la resolución de problemas técnicos que nos afecten en su utilización. Desarrolla 21 competencias que permiten que cualquier ciudadano actúe de forma segura y crítica con las herramientas digitales. Y desglosa una serie de niveles de competencia desde los más básicos hasta los más avanzados, apoyando el desarrollo de habilidades digitales como unas competencias claves para toda la vida.

Este sistema puede usarse para identificar, evaluar y certificar logros de aprendizaje y desarrollo de competencias digitales, o bien, se puede utilizar para evaluar el nivel de competencia digital, las fortalezas y debilidades de una población individual o objetivo, y se puede adaptar y aplicar para apoyar políticas para el desarrollo de la competencia digital para una población en un contexto específico.

Pero, junto al desarrollo de competencias digitales esenciales en la vida actual, emerge la necesidad de pensar este marco sobre el transcendental concepto de “ciudadanía digital”, un tema de creciente importancia entre académicos, organizaciones y responsables de políticas, así como por el conjunto de la sociedad, que afecta directamente al debate y la teorización sobre las habilidades que los jóvenes necesitan para participar activamente en nuestro mundo digital. Aplicar este concepto en un sentido amplio nos serviría, en la práctica, para desarrollar programas de aprendizaje formales e informales que tengan como misión ayudar a los jóvenes a enfrentarse a los desafíos y aprovechar las oportunidades que el entorno digital ostenta.

Para abordar esta idea, desde el Proyecto Youth & Media del Centro Berkman Klein de Internet y Sociedad de la Universidad de Harvard exploran el concepto de ciudadanía digital, proporcionando una visión general del debate actual que rodea este término. Revisan y analizan una serie de marcos y concepciones de ciudadanía digital elaborados en las últimas décadas, abordando las habilidades relevantes que tienen como objetivo ayudar a los jóvenes a utilizar las tecnologías digitales de manera crítica, ética y efectiva. Y han desarrollado recientemente un informe marco en torno al término «Juventud y Ciudadanía Digital + (Plus)» (Youth and Digital Citizenship+ (Plus)), a saber: las habilidades necesarias para que los jóvenes participen plenamente en los ámbitos educativo, social, ético, político y económico en nuestro mundo digital en rápida y constante evolución. Para ello estudiaron 35 sistemas en torno a la ciudadanía digital y otros conceptos vinculados, como la alfabetización mediática, las habilidades del siglo XXI y la seguridad en línea. Y los esquematizaron en áreas de la vida relacionadas con la perspectiva digital, como el compromiso cívico y político, la inteligencia artificial, y la privacidad y reputación.

A partir de lo anterior, han propuesto 17 áreas vitales incluidas en este marco de “Ciudadanía digital +(Plus)”, que los sistemas futuros de ciudadanía digital deberían abordar. Las 17 áreas que conforman la “Ciudadanía digital + (Plus)” son:

Inteligencia Artificial (IA): la capacidad de comprender los algoritmos involucrados en las plataformas basadas en IA con las que uno interactúa, y las conversaciones éticas que ocurren alrededor del desarrollo de estas tecnologías.

Compromiso cívico y político: La capacidad de participar en asuntos públicos (p. Ej., Derechos LGBTQ, construcción de la paz, abordar el discurso de odio) y abogar por asuntos que le interesan, utilizando herramientas digitales y no digitales, idealmente para mejorar la calidad de vida en la comunidad, desde micro a niveles macro.

Pensamiento computacional: la capacidad de comprender y aplicar conceptos, prácticas y perspectivas computacionales. Los conceptos computacionales incluyen nociones que las personas aprovechan a medida que programan (p. ej., «secuenciación» o identificación de un conjunto de pasos para una tarea; «bucles» o ejecución de la misma serie de pasos varias veces). Las prácticas computacionales representan las destrezas que los individuos cultivan mientras programan (p. ej., «experimentar e iterar», «reutilizar y mezclar», o crear algo a partir de ideas o proyectos actuales). También se refieren a las perspectivas que los individuos desarrollan sobre sí mismos, sus conexiones con los demás y el mundo tecnológico en general.

Producción de contenido: la capacidad de producir contenido (digital) utilizando herramientas digitales.

Contexto: la capacidad de conocer, comprender e interpretar los factores contextuales de relevancia (p. ej., cultural, social, local / regional / global) en una situación dada, con un énfasis particular en las experiencias y perspectivas de grupos subrepresentados, ya sea en términos de edad, origen étnico, raza, género e identidad sexual, religión, origen nacional, ubicación, habilidad y nivel educativo y / o nivel socioeconómico, y participar de manera efectiva en la situación.

Datos: la capacidad de conocer, crear, recopilar, representar, evaluar, interpretar y analizar datos de fuentes digitales y no digitales.

Acceso digital: la capacidad de conectarse y acceder a Internet, individual o colectivamente.

Economía digital: la capacidad de dirigirse a actividades económicas en línea y fuera de línea para conseguir diferentes formas de capital económico, social y / o cultural (p. ej., ganar dinero, aumentar las conexiones sociales, construir marcas personales).

Alfabetización Digital: la capacidad de utilizar Internet y otras herramientas y plataformas digitales de manera efectiva para encontrar, interactuar, evaluar, crear y reutilizar información. La capacidad de comprender y trabajar a través de problemas conceptuales en espacios digitales.

Exploración y formación de identidad: la capacidad de utilizar herramientas (digitales) para explorar elementos de la identidad de uno y comprender cómo las comunidades forman parte de la identidad de uno.

Calidad de la información: la capacidad de encontrar, interactuar, evaluar, crear y reutilizar información (en términos generales, p. ej., noticias, información de salud, información personal) de manera efectiva.

Legislación: la capacidad de interactuar con marcos legales, utilizando conceptos y teorías que rodean a Internet y otras herramientas digitales (p. ej.: derechos de autor, uso razonable) y la capacidad de aplicar estos marcos a las actividades de uno mismo.

Alfabetización Mediática: la capacidad de analizar, evaluar, circular y crear contenido en cualquier forma de medios (p. ej., impresos, visuales, interactivos, de audio) y de participar en comunidades y redes. Las “alfabetizaciones mediáticas”, en plural, abarcan enfoques de alfabetización que no solo se centran en el compromiso individual con los medios (alfabetización de medios de comunicación) sino que también abordan la participación de la comunidad y las culturas participativas. Y también incluyen otras alfabetizaciones como la lectura y la escritura.

Comportamiento positivo / respetuoso: la capacidad de interactuar en línea con otros, tanto con individuos como con el colectivo más amplio de nuestras relaciones, de manera respetuosa, ética, socialmente responsable y empática.

Privacidad y reputación: la capacidad de proteger su información personal en línea y la de otros. Una comprensión del “rastro” digital dejado como resultado de las actividades que uno realiza en línea, las consecuencias a corto y largo plazo de este rastro, la gestión adecuada de su huella virtual, así como una comprensión de los datos inferidos (es decir, nuevos datos derivados de la captura y el análisis de otros elementos de datos, que pueden dar lugar a nuevos conocimientos sobre una persona.

Protección y bienestar: la capacidad de contrarrestar los riesgos que puede presentar el mundo digital para proteger el bienestar físico y mental (p. ej., protegerse contra la adicción a Internet). Los riesgos en línea se pueden clasificar en tres dimensiones principales: conducta (p. ej., acoso cibernético, acoso sexual / «sexting» no deseado); contacto (p. ej., reunirse cara a cara después del contacto en línea, comunicación con personas que fingen ser otra persona); y contenido (p. ej., exposición a contenido pornográfico, contenido violento o agresivo, discurso dañino, contenido sobre drogas, contenido racista).

Seguridad: la capacidad de proteger la integridad de la información, los dispositivos digitales y los activos (p. ej., información de inicio de sesión como contraseñas, perfiles, sitios web).

Además, mediante este informe, sus autores nos proporcionan ejemplos de cómo se podrían aplicar varias de estas áreas dentro de un entorno de aprendizaje formal. Para cada aplicación, también indican una herramienta educativa específica que se puede utilizar para involucrar a los jóvenes en la realización de cada actividad. Y ofrecen ejemplos de formas en que las herramientas educativas propuestas se pueden agrupar de manera atractiva e interesante, las cuales se pueden aplicar tanto en espacios de aprendizaje formales como informales.


REFERENCIAS:

Cortesi, S., Hasse, A., Lombana-Bermudez, A., Kim, S., & Gasser, U. (2020). Youth and digital citizenship+ (plus): Understanding skills for a digital world.
Youth and Media, Berkman Klein Center for Internet & Society.
cyber.harvard.edu/publication/2020/youth-and-digital-citizenship-plus

DIGCOMP 2.1: The Digital Competence Framework for Citizens with eight proficiency levels and examples of use. EUR – Scientific and Technical Research Reports.
ec.europa.eu/jrc/en/publication/eur-scientific-and-technical-research-reports/digcomp-21-digital-competence-framework-citizens-eight-proficiency-levels-and-examples-use

NOTA: Este artículo salió publicado en el Boletín EURODESK del mes de agosto, emitido desde el Punto local de Eurodesk del Informajoven de Murcia.

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