Última actualización el 2016/05/17
Uno de los colectivos más afectados por la reciente crisis económica es el de los jóvenes. Toda esperanza respecto al papel que cumplen ahora y que desempeñarán cuando sean adultos, queda eclipsada por la incertidumbre global y el pesimismo del futuro de una juventud que, en muchos casos, se ve obligada a emigrar o depender excesivamente de sus familias de origen. En pocas ocasiones se eleva este hecho a la reflexión común sobre cómo afecta al resto de la población española la condición de desempleo, de abandono escolar temprano, de empleos precarios, de dificultad para acceder a una vivienda, etc., que sufren los jóvenes, en tanto que todo ello constituye un problema con consecuencias directas sobre el conjunto de la sociedad, y no sólo sobre una franja concreta de la población.
Si circunscribimos este hecho a un “asunto de los jóvenes” que ya superarán ellos con el tiempo, una gran parte de la sociedad pensará que se resolverá por su propio curso, y que son otros sectores de población quienes más sufren los efectos perniciosos de esta crisis. Frente a esta creencia, el Consejo de la Juventud de España lanza una campaña denominada “Juventud Necesaria” que ahora, en época pre-electoral, es pertinente resaltar. En la web www.juventudnecesaria.es se dispone de un manifiesto y un impactante informe [1] que estudia tres factores fundamentales: el desempleo, la emigración y la tardía emancipación juveniles, aportando elementos empíricos que apoyan la hipótesis de un efecto desastroso en el conjunto de la sociedad si no se aplican medidas activas de inserción juvenil. Se explica cómo la estructura del Estado de Bienestar interactúa con dichos factores y cómo la mayor parte del esfuerzo económico destinado a paliar los efectos de estos fenómenos recae en sus familias de origen; demuestra la pérdida económica vinculada a la emigración juvenil al extranjero, así como, las causas que vinculan la tardía emancipación juvenil y el elevado desempleo a una baja fecundidad, cuyas consecuencias repercuten en la sostenibilidad del sistema de pensiones de la sociedad española.
La población en riesgo de pobreza ha cambiado por la recesión económica: las personas con menores ingresos son más jóvenes que antes de la crisis, predominan desempleados en lugar de pensionistas. El desempleo juvenil en la Europa de los 27 está en torno al 15% para menores de 35 años. España se sitúa por encima de la media superando el 52%. y contamos con un 22,5% de personas entre 15 y 29 años que ni estudian, ni trabajan. Entre los efectos económicos de esta dinámica, según Eurofound, en 2012 la situación del conjunto de este colectivo supuso una pérdida de 17.359.028.213 de euros, lo cual equivale al 1,69% del PIB de España ese año.
Los jóvenes españoles permanecen en sus hogares familiares hasta que la estrategia familiar permite su emancipación, condicionados por el logro de empleo y, dada la falta de apoyo del Estado, dependen de los recursos disponibles, la capacidad organizativa y las situaciones estructurales de cada entorno familiar.
Respecto al impacto de la emigración juvenil, se demuestra que si siguiera habiendo un flujo migratorio parecido al de los últimos cuatro años, sin contrarrestarlo, en los once años tomados en consideración (2014-2024) España invertiría una cantidad aproximadamente igual al 2,5% del PIB del año 2013 en la formación de personas cuya actividad productiva de desarrollaría en otros países, así como sus contribuciones fiscales. Otras pérdidas derivadas de la emigración de jóvenes talentos es la falta de recaudación de impuestos por el Estado. En el caso de permanecer los jóvenes migrantes españoles al extranjero durante la próxima década, España perdería el equivalente de entre el 4,5% y el 5,6% del PIB del año 2013. Expresado en dinero, se perderían entre 46.034.460.000 y 57.287.328.000 euros.
Si no se adoptan políticas favorables a los proyectos vitales de los jóvenes en España, el mantenimiento de la fecundidad en niveles mínimos conduciría a cambios poblacionales radicales: si en 1950 había dos trabajadores por cada persona mayor de 65 años, en 2050 habría 1,4 personas mayores por cada trabajador. Aplicando proyecciones poblacionales, el informe estima el porcentaje de los ingresos de los trabajadores que se destinan al mantenimiento de las pensiones de jubilación. Si no cambiara la situación presente, se pasaría del 34% actual al 72% en el año 2050, un escenario rotundamente insostenible.
Deberían aplicarse medidas alternativas basadas en políticas activas a favor de los jóvenes como factor para reconducir el sistema de pensiones. Una de ellas es facilitar, con políticas familiares y de vivienda, el aumento del índice de fecundidad. Si se llevara dicho índice en España a los niveles de proyecciones de «alta fecundidad» de Naciones Unidas, la carga económica de las pensiones sobre los sueldos bajaría al 66% en 2050. Si, además, se consiguiera rebajar la tasa de desempleo juvenil al 10%, dicha carga bajaría al 60% sólo con medidas destinadas a los jóvenes.
Conforme a los resultados de este informe, la búsqueda de soluciones para los problemas juveniles ofrece claves para aliviar cuestiones que afectan al resto de grupos poblacionales. La subestimación de estos problemas comporta serias consecuencias negativas para toda la sociedad en su conjunto. Y ello afecta la responsabilidad de todas las administraciones públicas como parte global del Estado.
REFERENCIAS:
[1] De Marco, Stefano y Sorando, Daniel (2015): Juventud Necesaria. Consecuencias económicas y sociales de la situación del colectivo joven. Edita Consejo de la Juventud de España (CJE)
(Nota: Artículo publicado en el diario La Verdad de Murcia (edición papel), el día 16 de mayo de 2015)
Estos datos tan claros, tan nítidos es imposible que no estén en poder de quienes tienen la capacidad de modificar el fenómeno. Por lo tanto, lo evidente es que quienes están al mando quieren EMPOBRECER a los pueblos. ¿Con qué fin? 1) El beneficio cortoplacista de la plutocracia detentadora del poder real. 2)Los beneficios que los poíticos, corruptos o miopes, obtienen al seguir las recetas diseñadas.
El patriotismo del que hablara Ramón y Cajal, basado en el estudio, la investigación, el esfuerzo por ser mejores y hacer mejor las cosas, no encaja en los cliches neoliberales que sólo entienden de su propio beneficio.
Los políticos cuidan y apacientan el rebaño propiedad de los hacendos planetarios, y son responsables de que el ganado coma lo justo para llegar con el peso adecuado al matadero.
Lo sabemos. Ya nos han dormido con todos los cuentos y nos sabemos todos los cuentos (Dijo León Felipe).