Una sociedad vertebrada se observa, entre otros aspectos, por el carácter y tipo de reacción de los colectivos sociales que la componen cuando se enfrenta, en su conjunto, a graves y complejos problemas de cohesión y ante amenazas del bienestar común. En esta época de profunda crisis a causa de la deuda generada por los “mercados”, y en la que nos abruma un desempleo masivo entre la población juvenil, muchos actores sociales lanzan proclamas en la dirección de atajar esta deuda social con los jóvenes. Sin embargo, una síntesis bruta de muchas de las recetas económicas propuestas reside, esencialmente, en una disminución de los costos laborales y en esfuerzos especiales de mejorar su cualificación. Ciertamente, las medidas a aplicar en este ámbito no son fáciles y exige una implicación amplia del conjunto de la sociedad. Pero, la cuestión que debemos plantearnos en nuestro país es si alguien o algunos de esos colectivos que conforman nuestra comunidad defienden posturas alternativas al actual discurso dominante. Al menos, tenemos la posibilidad de aprender algo de lo que acontece en países de nuestro entorno.
38 organizaciones de Francia de reconocido prestigio, incluyendo a asociaciones juveniles de ámbito nacional publicaron el pasado 28 de noviembre de 2011 un documento para promover una revisión sustancial de la política educativa y la integración de los jóvenes.
Los autores de esta plataforma son entidades coordinadoras, asociaciones, federaciones y mutualidades, movimientos juveniles, organizaciones de jóvenes y la educación comunitaria, entidades de inserción, de vivienda o de salud, y las misiones locales. Todas ellas asisten, acompañan y trabajan con millones de jóvenes cada año. En conjunto, constituyen el observatorio más exhaustivo y experimentado de los jóvenes franceses en 2011.
Titulado «¡Por un Big Bang de las Políticas de Juventud!” el objetivo del documento es estimular el debate con las diferentes partes implicadas: asociaciones, federaciones, mutualidades, movimientos juveniles, organizaciones de la juventud y la educación pública, estructuras de integración , la vivienda o la salud …».
Se basa en cinco reivindicaciones:
- establecer un derecho a la educación y la formación permanente,
- organizar un Servicio Público de información, orientación y asesoramiento a los jóvenes
- asegurar los recursos financieros para los jóvenes,
- facilitar el acceso de los jóvenes al trabajo en condiciones dignas,
- fomentar una mayor participación de los jóvenes en la vida comunitaria.
Con el fin de animar también en España el debate en torno a estos asuntos que afectan radicalmente a lo que se concibe como “Políticas de Juventud”, os presento a continuación el documento de esta plataforma francesa y el enlace a su portal web, con mi traducción apresurada (y os agradeceré que me comuniquéis cualquier error observado en la versión española del texto para corregirlo oportunamente):
#888888;">Por un Big Bang de las Políticas de Juventud
#888888;">Abramos las posibilidades. Creemos las condiciones de la emancipación.
Desde hace meses, las encuestas de opinión, sondeos, declaraciones, informes, libros y propuestas sobre la juventud se multiplican. Este tema parece ser una de las prioridades de los partidos políticos y candidatos en la perspectiva de las futuras elecciones. Sin embargo, las propuestas conocidas al día de hoy se mantienen en la prolongación de las intervenciones realizadas durante casi 35 años, que han demostrado su incapacidad para responder a los retos de la juventud. El desafío es por lo tanto, de importancia para la sociedad francesa y justifica un profundo debate que va más allá del simple enfrentamiento electoral, programa contra programa. Es en este debate en el que desean contribuir las organizaciones juveniles, movimientos de educación popular, las asociaciones de inserción y acción social, las misiones locales, etc., reunidos en el seno de la plataforma #888888;">«Por un Big Bang de las políticas de juventud». La diversidad de nuestras misiones y nuestras acciones, la multiplicidad de campos que cubrimos, el número de jóvenes que reunimos y acompañamos, nos colocan en una posición privilegiada para tomar la medida de los problemas y proponer una nueva vía.