Hace más de 40 años un grupo de alumnos del primer Bachiller de Letras que se inició en el Instituto de Enseñanza Media Isaac Peral de Cartagena tuvimos la oportunidad de conocer la cultura romana y helénica en el marco de las clases de Latín y de Griego. Sin duda, algunas de aquéllas clases nos pudieron parecer más o menos atractivas o pesadas, pero entre los buenos profesores que nos enseñaron hubo quienes se esforzaron en transmitirnos ciertos aspectos de la antropología y el contexto social de la sociedad, de los debates y las batallas políticas de aquéllas antiguas épocas para facilitarnos, entre otras cosas, nuestra labor de traducción de los textos clásicos.
Más allá de lo singular de estas enseñanzas, quiero pensar que uno de los efectos que nos provocó esa aproximación a las historias de poder y del ejercicio de la iniciática democracia helena, o el ejemplo del “ágora” como escenario del encuentro y la discusión entre ciudadanos, consistió en marcarnos un referente imaginario de lo que debía esperarse de una conducta moral deseable de los ciudadanos en una sociedad dada. La gran mayoría de nosotros no teníamos conciencia clara de qué era eso de ser ciudadanos, pero nos tocó vivir los últimos años de la dictadura franquista y, posteriormente, el inicio del proceso democrático de nuestro país justo cuando nos despedimos de nuestro Instituto y comenzábamos otra etapa, bien en la universidad o en otros centros educativos, o en el mundo laboral.
A pesar de nuestras notables diferencias personales, de carácter, de ideologías, de trayectorias profesionales, y de estilos de vida que cada uno de aquéllos 22 alumnos del bachiller de letras tenemos (y teníamos ya entonces), hemos mantenido un vínculo cordial, afectuoso y de enorme respeto entre todos, no exento de las complicidades propias de haber convivido en nuestra primera juventud. Cada año nos volvemos a ver, al menos una vez, bastantes de aquél grupo. Y hablamos de casi todo con un especial interés, como si no dejásemos de aprender de y con los otros. A través de whatsapp mantenemos en ocasiones un contacto más inmediato. Y una de las propuestas que emergieron hace un par de días consistía en recoger algunas de nuestras diferentes opiniones sobre las recientes Elecciones Generales del 20D de 2015.
Mi compromiso era presentar en este post algunas de las opiniones de quienes han deseado transmitirlas, guardando en todo caso la privacidad de cada sujeto. Y a continuación las expongo.
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