Debatiendo qué hacer frente a la crisis de las Políticas de Juventud
por: Gabriel Navarro

Nuestro amigo y colega Pep Montes ha impartido recientemente un curso on-line sobre Políticas de Juventud en la Escuela de Formación de ACELLEC, y ha tenido la gentileza de ofrecer a los/as alumnos/as mi artículo titulado “Notas sobre políticas de juventud en tiempos de crisis”, para utilizarlo como recurso de estimulo y debate sobre “¿qué podemos hacer los profesionales para combatir la crisis de las Políticas de Juventud?”. A partir de su lectura y el debate generado, Pep nos ha remitido un documento en el que se recogen las interesantes opiniones y comentarios aportados por quienes han participado en éste curso, lo que para mí es un gran regalo de fin de año.

De entre su contenido, he seleccionado algunas de sus propuestas y reflexiones (aún perdiendo, quizá, la frescura y razonamientos de las líneas de discusión presentes en dicho documento), con la esperanza de que tengan reflejo y sirvan para continuar y ampliar el debate entre el conjunto de técnicos y profesionales que desarrollamos nuestra labor en el ámbito de las Políticas y Servicios de Juventud. Desde aquí solo tengo palabras de agradecimiento y reconocimiento de su labor a quienes han participado en este curso y han producido estas aportaciones, y a Pep Montes por su amabilidad y su compromiso por la defensa de las Políticas de Juventud y en la formación y difusión de estas materias. Los errores posibles de traducción del catalán al castellano son de mi autoría.

Cursos_ACELLEC

Teresa Agulló
Yo pienso que las políticas de juventud deben ayudar al joven más que nunca, tal vez incluso debemos hacer coaching con el joven para superar la crisis y la falta de recursos dándole más apoyo emocional. … Quizás tenemos que trabajar con sinceridad y siendo consecuentes con lo que tenemos, pero creo sobre todo que debemos ayudarle a transformar sus limitaciones en retos personales, a superar las dificultades y a transmitirle ilusión por su proyecto vital, y a que confíe en sus capacidades.
… Posiblemente no tenemos recursos pero creo que debemos contribuir a que el joven no sea un sujeto pasivo que no haga nada porque no hay nada que hacer, o porque no tiene recursos para hacer nada, tenemos que hacer que sea crítico con la realidad que le rodea y que sepa o que tenga interés por los cambios como sujeto activo. …., se está demandando un tipo de atención emocional que no se da pero que es muy necesaria. Posiblemente si queremos ser cercanos a los jóvenes tendremos que ir hacia ese camino y formarnos hacia una educación emocional y ser nosotros el principal recurso humano que le pueda apoyar y sobre todo … potenciar la escucha activa que pienso que es importantísima para tener una buena interlocución y aproximación al joven.

Lorenzo Casanova
Comparto el análisis de la realidad (como punto de partida), de que los jóvenes (…) requieren de atención emocional. …, no comparto la necesidad de que seamos nosotros quienes tengamos que realizar o suplir los déficits emocionales de la persona. ….Y por lo tanto, lo que mejor les podemos ofrecer es el empoderamiento, la promoción y las herramientas/instrumentos para desarrollar sus proyectos de vida, de manera que sean ellos/as quienes vayan escogiendo el camino, sobre la base del ensayo/error.

Alba Brugué
… creo que antes de pensar en que podemos hacer para combatir la crisis tal vez habría que reflexionar sobre cuáles son las causas de esta, ¿cuál es la raíz. … Si pensamos en todo esto, en mi opinión, la principal acción que habría que hacer para resolver esta crisis, que creo que va en ambas direcciones y que, por una parte, nace desde la administración y por el otro desde la sociedad joven y en general, sería intentar acercarnos más al colectivo que nos interesa y establecer canales de comunicación bidireccionales para combatir la desafección y hacerlo con los medios que más dominan, como por ejemplo las TIC. Para ello es necesario que se produzca una modernización y que tanto los profesionales de las políticas de juventud, como las políticas en sí sean flexibles.

Maika Farriols
En mi opinión, uno de los puntos clave para seguir adelante, es adaptarnos a los «nuevos lenguajes de los jóvenes». Quizás por ello tenemos que trabajar más a su lado, entendiendo mejor qué canales utilizan para comunicarse y relacionarse y, a partir de aquí, introducirnos. … En este sentido creo que es clave la comunicación bidireccional de la que hablas, ya que si estamos en las redes sociales tenemos que aceptar que no estamos para enviar información al joven, sino para que el joven también nos envíe información a nosotros. Para que el joven sea generador de contenidos también.

Yo soy de la opinión que todavía no hemos sabido aprovechar el potencial real que tienen las redes sociales para llegar a los jóvenes. … Los jóvenes han nacido en un momento en que los contenidos van y vienen desde todos los lados y ellos mismos pueden generar contenidos en cualquier momento, los cuales pueden modificarse también por ellos y otras personas, y así entrar en una cadena sin fin. .. ¡Nada está cerrado con las redes sociales!

Lorenzo Casanova
Respecto las TIC en general y generar comunicación en red 2.0 de manera regular… Creo que tenemos que dejar de pensar en espacios estáticos de trabajo (el PC del despacho) y empezar a movernos por la «fantástica» nube de la red que ofrece muchas posibilidades. Una manera de resolver la incómoda situación de estar actualizando constantemente páginas, facebooks, twitters, etc. es a través de las aplicaciones móviles. Facilita mucho el trabajo y permite una actualización más o menos rápida y constante. …

Apuntaré algunas cuestiones que considero importantes para combatir la crisis de las políticas de juventud (…) entre otras, que considero que nos pueden alejar aún más de la búsqueda de propuestas / mecanismos para combatir la crisis.
La proximidad es un elemento fundamental para combatir la crisis, en el sentido de que, puede garantizar que las políticas de juventud se gesten, propongan, evalúen (lectura crítica) más allá de la existencia de un servicio o departamento de la administración pública. Potenciar la existencia de agentes activos en el territorio que por ellos mismos/as sean un elemento de presión para dar continuidad a las políticas de juventud.
El empoderamiento ciudadano como instrumento que permite dotar a una persona de un proyecto de vida propio y capacidad crítica. Es el medio para combatir la existencia de sujetos de consumo pasivo (…) y evitar la perpetuación de las estructuras sociales desiguales actuales.
Transversalidad en el trabajo. Dado que la juventud es una fase de la vida (más o menos larga), que afecta a todos los estratos sociales y económicos, es necesario también trabajar desde la diversidad y de manera transversal con otros servicios/departamentos para garantizar una óptica juvenil (rompiendo con el modelo predominante adultòcrata).
Innovación social. Los jóvenes son el grupo de población que nos permite visualizar, posiblemente de una manera más clara, las futuras estructuras sociales (patrones, clasismo, desigualdad, machismo,… , o lo contrario). Y son los jóvenes quienes suelen dar respuestas «más innovadoras» a los cambios o la realidad más cercana. Por lo tanto, los profesionales que trabajamos con este colectivo debemos realizar un «ejercicio de reciclaje» constante, que es más asequible cuanto mayor proximidad haya con los jóvenes, pues así nosotros también nos «emponderamos».
Relacionado con el punto anterior, … , es importante y necesario crear RED entre los diferentes profesionales del sector: generar espacios de debate y deliberación, compendio de buenas prácticas, e incluso, compartir recursos (mancomunar actuaciones ) si la proximidad geográfica lo permite.
… Aportar elementos «moralizantes» a las políticas de juventud creo que es un error de estrategia que aleja aún más los jóvenes de los nuestros servicios y acciones.

Francisco Guirro
El papel de los profesionales, y desde las políticas locales, debería poner en evidencia la falta de estrategia municipal para abordar la óptica juvenil en el plan rector de actuación, el cual debería encabezar el propio alcalde de la ciudad. La figura del técnico de juventud debe ponerse al alcance para compartir conceptos pedagógicos sobre el ámbito de las políticas públicas de juventud. Fijar en los otros planes departamentales objetivos sectoriales que sean el reflejo de plan de actuación municipal. Hablando precisamente de agenda política, y sin desmerecer los otros ámbitos de actuación, sería bueno que propusiéramos un organigrama estructural donde Juventud se sitúe en primera línea de alcaldía o secretaría general. Con un peso específico. Rehuyendo intereses electorales y definiendo propuestas de actuación que comprometan la acción municipal. Los máximos responsables políticos deben demostrar que son sensibles y potenciadores del capital joven de su ciudad.
… Estoy de acuerdo con la cita de Bauman la que propone «estrategias de adaptación». Confío pues en buscar oportunidades de aprendizaje ante un nuevo escenario. Debemos ser valientes y exigir respuestas políticas a la situación generada. Si nos proponen definir qué proyectos son claves, hacerlo siempre apegados a los objetivos del plan. No asumamos la totalidad de proyectos, la asunción de proyectos por encima de nuestras posibilidades podría afectar tanto a nuestra dignidad profesional como al nivel de participación del colectivo joven.

¿Qué podemos hacer?
– Recuperar la confianza de los jóvenes a la vez que los espacios de encuentro entre colectivos y entidades jóvenes. Proponiendo el trabajo por proyectos directos y con retornos claros.
– Abordar globalmente los condicionantes que afectan a la juventud desde posicionamientos estratégicos de ciudad.
– Garantizar espacios de interlocución y de revisión constante de las planificaciones. Velar por un buen grupo de profesionales de proximidad y dinamización. No sólo propios de la administración local, sino también referentes de entidades, educadores de calle, …, sea cual sea su personalidad jurídica.
– Potenciar modelos y constantes formas de activismo joven. Últimamente, las políticas de inclusión (igualdad de oportunidades) hacen incursión en el marco de actuación. Son óptimas en cuanto a poner sobre la mesa recursos y servicios dirigidos a la juventud. Sin embargo, ¿hay que hacerlos partícipes de unos recursos y objetos de servicio creados por el propio sistema? Construyamos auténticos y reales espacios de reforma donde los y las jóvenes tengan capacidades de transformación.
– ¿Por qué únicamente nos centramos en ofrecer «medidas de emergencia» como la garantía juvenil? Debemos ser firmes en centrar el debate no sólo en el estado del bienestar sino también en ámbitos que favorezcan la expresión y el desarrollo creativo de los jóvenes. Las políticas culturales y de participación, vividas desde el proceso y con los plazos suficientes y pausados. Ofrecer escucha activa con bidireccionalidad de propuestas. En definitiva, la situación de crisis actual, más allá de recaer en desafección, debe permitir nuevas oportunidades profesionales de trabajo con jóvenes y para los jóvenes.

Nuria Boronat
Rápidamente, al leer la pregunta, me vienen a la cabeza dos ideas clave, para combatir la crisis de las políticas de juventud:

  1. Hacer las cosas bien hechas.
  2. Hacernos visibles.

Y las pongo en este orden intencionadamente porque creo que la segunda sólo hay que llevarla a cabo si cumplimos la primera, sino es contraproducente.
Con la primera me refiero a algo tan sencillo y a la vez tan compleja como es aplicar el ciclo de mejora continua (el famoso PLANIFICAR – EJECUTAR – COMPROBAR – ACTUAR), del que hace tantos años oímos hablar en todos los ámbitos, no sólo en juventud. Y destaco en negrita, también intencionadamente, COMPROBAR, porque creo, según la experiencia personal, que es la gran olvidada y, lo que es aún peor, despreciada. … Comprobar, es decir, evaluar. … Evaluar para luego actuar, con el objetivo de llegar a hacer las cosas mejor, lo que parece tan obvio.
… Personalmente creo que dedicamos a la evaluación el tiempo mínimo para cumplir con lo que nos piden, sin pararse a pensar en la importancia que tiene hacerla de forma correcta y precisa. Realmente habría que romperse la cabeza ante el apartado Puntos fuertes-Puntos débiles-Mejoras, ya que es aquí donde radica la mejora continua del servicio que estamos ofreciendo a los jóvenes.

Creo, al menos en mi entorno de trabajo y empezando por mí misma, que falta mucha cultura de evaluación. Desde el responsable político hasta llegar al mismo joven, que a menudo al pedirle que nos llene un cuestionario de evaluación, hará un gesto de «qué pereza». Quizás porque interiormente se está pensando: «si no me hará caso nadie…». Creo que esto nos debe hacer reflexionar sobre la importancia de la evaluación.
Por otra parte, pongo como segunda idea para combatir la crisis, hacernos visibles. Y aún iría más allá diciendo que debemos hacernos imprescindibles a los ojos de: nuestros responsables políticos; los profesionales de otros departamentos, instituciones, etc.; la población joven; y el resto de la población. …., creo que también es necesario que promovamos lo que hacemos.
Para hacernos visibles, especialmente de cara a la población joven, tenemos hoy en día un grato aliado en las redes sociales.
… Como el joven reafirma su condición de joven y está orgulloso, es necesario que nosotros reafirmemos y defendamos las políticas de juventud.

Maika Farriols
Después de leer el artículo de Gabriel Navarro, considero los siguientes puntos los más importantes:
1- Continuar creyendo en nuestro sector como un puntal para la atención y acompañamiento de los jóvenes en su proceso de crecimiento, no contentándose con cualquier cosa con la excusa de «estamos en crisis». Continuar apostando por la TRANSVERSALIDAD, para no caer en una crisis de sector.
2- Observar y escuchar bien los jóvenes, registrar bien la información y asegurarnos de que aquellas políticas que implementamos son necesarias, que dan respuesta a necesidades reales. De esta manera somos más eficaces a la hora de trabajar la RESPUESTA.
3- … Creo que es indispensable, en tiempos de crisis, apostar por acciones pequeñas y que tengan una recompensa real , más que por acciones mayores o bien que haya que dejar a medias, provocando en consecuencia un mal mayor para el joven. Hay que priorizar la PROXIMIDAD.
4. Transmitir al joven las dificultades reales que existen actualmente, a la vez que transmitirle alternativas y optimismo. Aunque haya crisis económica, la SINCERIDAD con el joven nos permite seguir trabajando poco a poco.
5. Me gusta el siguiente comentario del autor: «Entre los retos en la época actual está lograr espacios de deliberación suficientes para que los diferentes actores ejerzan un protagonismo equitativo y puedan, así, sortear los citados obstáculos». Hay que promover los espacios conjuntos con entidades, jóvenes, consejos de la juventud, otros departamentos, etc. De esta manera pueden aparecer nuevas visiones y alternativas que, tal vez, por si solos no podríamos afrontar: RED.
6. También hay que mirar más allá: ver qué se está haciendo en el resto de Europa, ver cómo se está dando respuesta en otros municipios. Hay que nutrirnos de otras buenas prácticas que nos den ideas para hacer sin que ello suponga un enorme gasto; a cambio, nos puede aportar resultados mayores. Buscar también nuevas formas de información y dinamización a través de las TIC (como destaca el artículo) y nuevos lenguajes para acercarnos más al joven. INNOVACIÓN.
7. Hay que promover el empoderamiento del joven, que nos ayudará a afrontar la situación actual. Como dice el artículo: «por ellos Algunos Expertos señalan que el foco de nuestra intervención debemos dirigirlo hacia la necesidad de que los jóvenes sean proactivos y consigan tomar decisiones con éxito». EMPODERAMIENTO.

Ismael Avalos
Como comenta Pep, a menudo nuestro sector cae en un victimismo sobre los recortes. Cuesta modificar las formas de trabajar si estas son restrictivas pero, en general, hay que aplicar medidas técnicas y establecer un diálogo técnico con los políticos para proyectar buenas y nuevas formas de hacer las cosas. Hay que ser más resilientes como profesionales. …

Miguel Angel Millan
… ¡El trabajador de juventud o será vocacional o no será!

Primero de todo ser realistas ya que la frustración de las expectativas metidas en las políticas integrales de juventud puede haber sido una de las causas de la pérdida de confianza y el cambio de rumbo.
En segundo lugar hacer pedagogía para que las prioridades de nuestro ámbito también estén (o vuelvan a estar en los casos que ya habían sido) en la agenda política para que se vuelvan a destinar los recursos suficientes.
Yo creo que para ello tenemos dos estrategias importantes. La primera es estar enterado de los compromisos institucionales tomados por entidades como el Consejo de Europa, la Unión Europea o el Consejo europeo de la juventud. La segunda sería apoyarnos en las buenas prácticas que han obtenido resultados. Para esta última hay que recoger datos veraces y claros sobre aspectos como, por ejemplo, el impacto en la vida de los jóvenes. Es necesaria la complicidad de los observatorios y otras entidades que se ocupan de hacer estudios sociológicos. …
En tercer lugar, buscar la complicidad de los mismos jóvenes. Ellos son los principales interesados en el mantenimiento de los programas que funcionan y en tener buenos recursos (pero no los únicos). Continuar trabajando como se ha estado haciendo por su organización y crecimiento en cuanto a ciudadanos comprometidos y también críticos y capaces de reivindicar que se les escuche. Como herramienta muy importante para hacer un trabajo en estos sentidos, Navarro destaca la importancia de aprovechar las posibilidades que actualmente nos facilita Internet y las redes sociales.
En caso de tener capacidad de gestión, pienso que los profesionales también deberíamos trabajar para vertebrar las políticas de juventud en la línea que Navarro propone. Yo destacaría los siguientes aspectos:
1.- articulación de redes: de trabajo interinstitucional, sectoriales, asociativas y comunitarias,
2.- empoderamiento a los jóvenes y proximidad,
3.- aceptar que el conflicto es bueno si genera procesos participativos de debate. No rehuirlo.

Gemma Estrada

Además creo que se deberían establecer un principios y directivos iguales en todas las políticas juveniles, de cualquier municipio, que con más o menos recursos se supieran aplicar por igual, con acciones concretas donde todos vamos con la misma línea de trabajo, donde la interlocución, el acompañamiento y la promoción quedaran claramente definidos, por unas líneas concretas, … y ya en último término, dejar a criterios de los políticos aquellas acciones a ejecutar.
Ya por último, para combatir la crisis, deberíamos trabajar para adaptarnos a la constante transformación de la condición juvenil, la aplicación de las nuevas tecnologías, potenciar aquellas que conciben partícipes a los jóvenes, las políticas de proximidad y sobre todo transversales y de trabajo con otros departamentos.

Silvia Rodriguez
Desde mi punto de vista, para velar por unas buenas políticas de juventud y combatir las crisis cíclicas que el sector va sufriendo, hay que poner énfasis en la participación del colectivo de jóvenes, huyendo de la implementación de proyectos o ideas de carácter unidireccional (administración>jóvenes) y abriendo un diálogo constante que nos acerque y permita cooperar. De esta manera, ser acompañantes, asesores o facilitadores de recursos de las necesidades e inquietudes reales de los jóvenes. Asimismo, hacer red entre los profesionales del sector, poniendo en común buenas prácticas, experiencias inspiradoras, compartiendo inquietudes o problemáticas, etc.

Helena Guiu
Creo que es muy importante lo que comentabas sobre la red entre los profesionales de juventud. Creo que a gran escala quien debería liderar este proceso debería ser la administración o entidades y organizaciones suficientemente grandes o aglutinadoras de profesionales, un ejemplo podría ser la Asociación Catalana de Profesionales de Políticas de Juventud. Sin embargo, habría que conseguir que este trabajo en red, el compartir experiencias, etc., formara parte del día a día de los profesionales y no fuera un acto anecdotario llevado a cabo una vez al año. …

… Una mayor concienciación de la importancia de los servicios es una necesidad sine qua non para la creación de estructuras de respuesta contra los recortes presupuestarios, restricciones normativas o para la introducción de las políticas de juventud en la agenda política.
… , considero que fomentar una cultura más participativa es una cuestión que va más allá de los jóvenes en sí y que para ir bien debería formar parte cada vez más de la «cultura» o «forma de hacer» de la nuestra sociedad.

Habría sin embargo, que lograr un cambio de pensamiento y pensar en los beneficios que aportaría la participación como metodología.
Por otra parte,… , creo que los profesionales de las políticas de juventud pueden hacer diferentes acciones para fomentar la participación de los jóvenes:
1.Facilitar procesos participativos: buscar metodologías y herramientas participativas que permitan a los jóvenes de diferentes realidades participar. …
2.Dando a conocer entre los jóvenes buenas prácticas relacionadas con la participación como metodología.
3. Dar apoyo técnico y organizacional en el proceso.
4. Dando a conocer los «beneficios» que el fomento de la participación supone.

Juan Antonio Moreno

Para empezar tenemos que cambiar la mentalidad de la gente que en teoría debe representar la juventud, sin este cambio se hace muy difícil construir una sociedad donde los jóvenes tengan oportunidades. Y nosotros como profesionales lo que tenemos que hacer es diseñar propuestas que permitan a los jóvenes adquirir experiencia práctica, no sólo teórica, y adquieran recursos y herramientas que les permitan, en un futuro, ser conscientes del funcionamiento del mundo laboral y sepan cómo moverse allí, o creando puestos de trabajo específicos dentro de entidades públicas que les permita impulsar su carrera, … , básicamente se debe fomentar el interés de los jóvenes a encontrar trabajo, ayudarles a probar varias cosas para encontrar su lugar, hacer entender a los empresarios las ventajas de poseer juventud en sus plantillas, que pueden aportar diferentes puntos de vista y nuevas oportunidades.

Xavier Casino
¿Que podemos hacer los profesionales para combatir la crisis de las políticas de juventud? Pues trabajar. Si perdemos los trabajos, poco podremos hacer desde este ámbito. Lo digo por el descrédito y la desafección hacia lo público de lo que habla el artículo. También reconociendo el trabajo bien hecho de los otros departamentos y de otros compañeros. Reconociendo a los/las jóvenes asociados o no con su idiosincrasia actual (proximidad). Trabajando, lo mejor posible con las herramientas que ya conocemos y que nos permiten también revisar cómo se está llevando a cabo. Ya lo dice el autor también, identificar las dificultades a combatir: «la discontinuidad de presupuestos, actuaciones, servicios y personal técnico, las diferencias en las voluntad de los responsables políticos».
Claro, en estos tiempos de crisis, acompañar para la transición a la vida adulta, puede ser un poco arriesgado viendo como está el panorama y las economías domésticas de los adultos. La precariedad es joven, y también adulta. Lo que no debería ser precario es el trabajo en comunidad, hacer comunidad y hacer acompañamiento, interlocución, compartir valores, valores y respuestas que nos emancipa de estas limitaciones. En este sentido me parece muy bien el análisis con el que termina el artículo, los 5 elementos vertebradores, a partir de la investigación de campo en los municipios catalanes (Gomá, 2002), o también cuando el autor dice: «para ello la FEMP apoyará a las Concejalías de Juventud que potencian aquellos movimientos sociales promovidos por los jóvenes con el objetivo de desarrollar una democracia participativa, reconociendo su papel de interlocución».
Todo ello debe hacerse efectivo, lo que nos puede aportar la reflexión, es no volver a caer en lo que merma las posibilidades de establecer unas reales políticas de juventud, o aún mejor, saber que siempre existe la posibilidad de caer en esas tentaciones que nos alejan de la realidad. …

Sara Gurt
… Si las políticas de juventud están en crisis, y más bien por temas económicos y políticos, es necesario que los profesionales innoven, evolucionen y se adapten a las nuevas situaciones y los cambios de la sociedad para conseguir éxitos dentro de las políticas, aunque se tengan que desarrollar programas o actividades con escasos recursos económicos, sin dejar de lado y sin que decaiga el trabajo en comunidad y la participación de los jóvenes, …
Estoy muy de acuerdo en el punto que comentas (X. Casino) de que «Lo que no debería ser precario es el trabajo en comunidad, hacer comunidad y hacer acompañamiento, interlocución, compartir valores, valores y respuestas que nos emancipa de estas limitaciones» ya que pese a que haya precariedad económica, los valores fundamentales o los puntos fuertes de las políticas de juventud no pueden decaer y se deben apoyar continuamente a fin de que estas políticas resulten efectivas. Los puntos que propone Navarro como elementos integradores son necesarios para colaborar en torno a las políticas de juventud en tiempos de crisis, y desde mi punto de vista los más importantes son las políticas de proximidad y las políticas creativas orientadas al aprendizaje social, sin dejar de lado los otros puntos.

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Os invito a leer el documento: UNITAT 4. Polítiques de joventut en temps de crisi.Forum curs online_ACELLEC (PDF), y a difundir estas opiniones, a comentarlas y criticarlas, en beneficio de todos los que trabajamos en el ámbito de la juventud, y, especialmente, en favor de los mismos jóvenes.

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