Gabriel Navarro

Visiones sobre un encuentro. #FOTOGENIO 2013
por: Gabriel Navarro

No sería erróneo hablar de una compulsión a fotografiar: a transformar la experiencia misma en una manera de ver. En lo fundamental, tener una experiencia se transforma en algo idéntico a fotografiarla, y la participación en un acontecimiento público equivale cada vez más a mirarlo en forma de fotografía.
Susan Sontag

Una nueva edición de FotoGenio en Mazarrón, la 7ª en 2013 (que ha lanzado en Twitter el hashtag: #fotogenio ), nos ha permitido disfrutar de grandes maestros de la fotografía, conocer la obra de profesionales y aficionados que nos participan su paisajes y sus visiones de su entorno con sus perspectivas particulares y suscitar, no sólo el interés por avanzar en la investigación y en la práctica de la fotografía, sino también, y muy especialmente, la reflexión sobre su sentido social, su aspecto más terrenal y humano, además de su componente artístico y metafórico que siempre nos provocará multitud de miradas sobre nuestra realidad. Expreso a continuación mis visiones, impresiones y reflexiones que más me han impactado en esta edición.

Una de las intervenciones de mayor creatividad artística (conforme a  una concepción amplia de las opciones en los procesos de creación) en esta edición de FotoGenio, ha sido la de Ilan Wolf . Parte de su labor en la explotación de la técnica de “cámara obscura”. Y nos habla de la versatilidad del fotograma, y de su versión particular basada en su experiencia en el uso de diversas fuentes de energía, nos llama la atención con el vocablo de “calorigrama” cuando menciona, entre otros, los efectos de la arena en su generación y del uso de la luna como fuente de luz para generar imágenes sutiles y creativas, denominando esta singular técnica: “lunagrama”, para confesarnos que: “La noche es mi laboratorio”.  En su práctica, la fotografía se convierte en una aventura colaborativa de un grupo de gente, donde juega la unión del cuerpo humano y la naturaleza.

Antonin Kratochvil nos ha presentado con sabiduría, no exenta de acontecimientos narrados con cierta ironía simpática, una magistral novela histórica atravesada por una multitud de catástrofes, conflictos sociales y bélicos fotografiados a lo largo de su dilatada carrera, y manifiesta con cierto sentido de libertad de cátedra: “Todo fotógrafo necesita un libro”. Dando a entender, según mi opinión, una doble interpretación con su frase, en tanto que destaca la importancia de disponer de un adecuado “book” (con un significado amplio de portfolio), y la necesaria e imperiosa vinculación de una “historia” relacionada con acontecimientos que den sentido a un proyecto fotográfico, el cual pueda a su vez transformarse en un libro.

Juan Sánchez Calventus, Chema Madoz, Cristina García Rodero, Gervasio Sánchez en FOTOGENIO

Cristina García Rodero la más prestigiosa fotógrafa española nos deleitó con una exposición de sus principales imágenes de Rituales en Haiti , Maria Lionza, La Diosa de los ojos de agua y Transtempo. Explicando previamente, en cada caso, los aspectos históricos más relevantes que determinaban cada uno de los rituales y eventos que ha inmortalizado con su obra, así como algunas de las vicisitudes de su labor como fotógrafa en tierras y escenarios que, inicialmente, podrían ser contemplados como hostiles y violentos.

El genial Chema Madoz ilustra sus impresionantes e imaginativas creaciones con una sincera exposición de sus vivencias como fotógrafo. De cómo la escasez de medios inicial a la que se tuvo que enfrentar en una habitación le permitió ubicarse en otra posición como creador. Reconociendo que la decisión de materializar los proyectos no tienen que depender de la cámara que se disponga. “Todo depende de qué cuentas y de cómo lo cuentas”. Y, en el fondo, piensa que el orden que se presenta en las imágenes expresan el desorden mental de las metáforas que muestran. «Las fotografías pueden llegar a reflejar tu forma de ser». La estrategia clara, para este artista, es: “Transgredir la realidad dentro de su propio territorio”.

Cuando observo con detenimiento la excepcional obra de Madoz, y escucho su discurso, no ceso de pensar en lo que manifestaba el famoso Ernst Haas: “Eres tú y tu cámara. Las limitaciones en tu fotografía están en ti mismo, porque lo que vemos es lo que somosPrimoz Bizjak nos dejó asombrados con los resultados del uso de las cámaras de gran formato, y el esfuerzo que requiere su producción.

Valentín Sama director y editor de la prestigiosa revista DSLR Magazine nos desgrana con notable sabiduría los orígenes de las cámaras réflex, que son más antiguas de lo que pensamos, y desmitifica las cámaras «full frame» en la práctica. Subraya  lo intrincado de los cálculos extensos que debieron realizar quienes se embarcaron en la tarea de desarrollar mecanismos y tecnologías para el avance de esta clase de cámaras fotográficas, en comparación con la capacidad de procesamiento actual. Así como sus dudas y expectativas del futuro respecto a la utilización de los espejos y de los actuales sistemas de obturación.

El experto Hugo Rodríguez nos enseña la importancia de conocer la diferencia del calibrado de color en cada uno de los dispositivos que se utilizan en fotografía, desde la cámara hasta el monitor que utilicemos, sistema de procesado y el procedimiento de impresión. Aparte de recordarnos con gracia que las gamas de color no las vemos igual los hombres y mujeres, resalta la necesidad de efectuar dicho calibrado oportunamente en las cámaras digitales, siendo siempre conscientes de lo limitado que será la impresión posterior de nuestras imágenes.

En la conferencia de clausura, el gran Gervasio Sánchez, sin eludir la ironía y cierto sarcasmo sobre las preocupaciones por los soportes del futuro, nos demuestra con el visionado de una parte de la película “El planeta de los simios”, como en el año 3997 se harán fotos en placas. Manifiesta sin tapujos una defensa seria del fotoperiodismo (haciendo una referencia expresa al reciente despido de todos su departamento de fotografía por el diario La Opinión de Murcia). Lo importante para él son las fotografías y la visión del fotógrafo y no los tipos de cámaras que se utilicen. Subraya el salto que supuso en su obra trabajar en blanco y negro. Aparte de su famosa serie de “Vidas Minadas” nos muestra parte de su Antología. Denunciando que “Las guerras terminan cuando se superan las consecuencias”. Y eso puede durar hasta muchos años después de finalizado un conflicto armado. Ante la cuestión de qué siente y como vive personalmente durante los periodos en los que realiza esos reportajes de guerras y desastres que ha recorrido y que le han otorgado su prestigio, nos responde: “Hay que documentar todos estos desastres». «Hay que luchar por el periodismo de calidad”.

Al enfrentarnos con la obra de Gervasio Sánchez emerge para mí con fuerza las ideas de Susan Sontag quien, en su obra “Sobre la fotografía”, decía que hacer una fotografía es participar de la mortalidad, vulnerabilidad, mutabilidad de otra persona o cosa. También afirma: «Las imágenes que movilizan la conciencia están siempre ligadas a una determinada situación histórica. Cuanto más generales sean, menos probable será su eficacia». Junto a estas visiones, destaca esta escritora la convicción de que: «Lo que determina la posibilidad de ser afectado moralmente por fotografías es la existencia de una conciencia política relevante».

Entre las diferentes sensaciones que me ha producido participar en este importante evento cultural, creo que nos encontraremos casi siempre en la tesitura de transitar posturas como la de Ansel Easton Adams “Una verdadera fotografía no necesita ser explicada”. Y propuestas más críticas como las de Andy Grundberg al manifestar que: «Las imágenes existen no para creer en ellas, sino para ser interrogadas».

Un evento de tal calidad como lo que hemos vivido en Fotogenio es digno de elogio. Con talleres y actividades paralelas, como es el caso de la Asociación Estenopeica Murciana que ha orientado con ejemplos prácticos sobre cómo hacer instantáneas sin necesidad de recursos muy especializados.

En este encuentro hemos visto a quienes efusivamente realizaban fotos con toda clase de dispositivos de las fotografías expuestas en los paneles.

Otros las ejecutaban con algo más de rigurosidad técnica.

Había quienes practicaban haciendo fotos a la chica modelo para probar las supuestas excelencias de las iluminaciones.

Y quienes fotografiaban a la otra chica que hacía fotos a la chica modelo.

Parejas apasionadas del mundo de la fotografía que ensayaban maneras diversas de registrar una imagen con enfoques singulares.

Y muchas otras vivencias y aprendizajes que son consecuencia la labor de un gran equipo de trabajo, maravillosamente coordinado por nuestro amigo Juan Sánchez Calventus, un excelente gestor infatigable, a quien no sé si en nuestra Región de Murcia sabremos reconocer públicamente su encomiable labor tal y como merece.

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