Cita con Mucho Más Mayo 2011

En esta época de las prisas, de lo efímero, de lo agobiantemente mediático y de la globalización infoxicadora caemos en la creencia de que cualquier actividad cultural que por sí misma posea de manera intrínseca un carácter de excelencia y/o de calidad ello implica, inevitablemente, que su simple muestra a la población de un territorio dado va a provocar su compenetración inmediata. La realidad nos indica en muchas ocasiones que, más allá de las respuestas en masa a eventos musicales, por poner un ejemplo, donde la vinculación del espectador u oyente con el artista está determinada por su conocimiento previo y por su afinidad personal, en la mayoría de casos nos encontramos con que la ejecución de dichas actividades de «alta cultura» denotan un aislamiento notable respecto a los ciudadanos a quienes e dirige.

De ahí que muchos expertos en gestión cultural resalten la necesaria comunicación y sensibilidad con las poblaciones locales para integrarlas en dinámicas que, por definición, deberían ser enriquecedoras por lo que les aportan esas actividades culturales, aparte de que sean satisfactorias, divertidas y estimulantes. Se trataría de superar «los códigos impuestos por la lógica mediática en la que el suceso siempre se impone al proceso y el éxito se identifica con la espectacularidad» (*). Sin duda, conseguir el equilibrio de todos esos elementos no es tarea fácil, sobre todo cuando vemos que estos debates se amplían también a otros ámbitos como los vínculos potenciales entre los artistas, los museos y la participación social, por ejemplo.

Actualmente se observa una mayor relevancia respecto a la emergencia de la periferia, de las poblaciones diferentes que circundan tanto los barrios como las zonas más alejadas de los centros urbanos, así como del papel que los jóvenes desempeñan, lo que posibilita otras variaciones del hecho cultural por los matices que permite sus movimientos ciudadanos y por las particulares aspiraciones a la riqueza cultural que cada uno/a de ellos/as puede apropiarse a su manera, como un nuevo actor del desarrollo humano y cultural. Y en donde no sólo se identifican con manifestaciones artísticas que les impactan por su originalidad, sino que las viven como más cercanas, permitiendo una clara valorización de los ciudadanos y, en especial, de los jóvenes que constituyen uno de los polos fundamentales en el consumo, en la remezcla, en la creación y en la producción artística y cultural. El reto se encuentra en conseguir una oferta cultural que, además de actual y original, sea próxima a los ciudadanos y comprometida tanto con la elevación de sus niveles culturales, como con la formación de su sensibilidad. Consiste en favorecer no sólo una relación contemplativa sino también activa del hecho cultural, incorporando incentivos para las prácticas y el aprendizaje formal e informal para todas las edades.

IMGP1048

Esta clase de propuestas culturales son las que encontramos en la VI edición del Festival de Jóvenes Talentos Mucho Más Mayo que se celebrará en Cartagena del 9 al 15 de mayo de 2011 y que está organizado por la Concejalía de Juventud del Ayuntamiento de Cartagena. En la presente edición se ha seleccionado 25 proyectos de jóvenes creadores provenientes de todo el país, en los cuales se incluyen todas las disciplinas creativas, desde música, a danza, circo, performance, instalaciones, intervenciones urbanas, grafitti, videocreación, fotografía, arte sonoro, poesía, etc. Y contará este año con las siguientes secciones:
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