Facebook no es cool para adolescentes
por: Gabriel Navarro

Se confirman las tendencias anunciadas hace meses respecto a los comportamientos de los adolescentes con relación a las plataformas de redes sociales, concretamente, su desapego de Facebook. Ya indicábamos en octubre de 2012, a raíz del informe que realizó ComScore sobre el panorama de los adolescentes franceses y Twitter, que la búsqueda de un espacio más propio, distanciándose de la red social donde se encuentran sus padres y familiares, determinaba el paso de los más jóvenes hacia Twitter. En junio de 2013 señalaba que se observaban modificaciones en el tipo de uso determinado por el desarrollo de sus procesos de identidad y el suficiente distanciamiento de los mayores cuando hablábamos de El “tuiteo” adolescente. En septiembre de 2013 observábamos que en USA los millenials elegían principalmente Twitter, y  los adolescentes Tumblr , y en noviembre vimos como las recientes aplicaciones para móviles empezaban a ocupar un espacio idóneo para el mantenimiento de las redes sociales personales de los más adolescentes, como alternativa a las grandes plataformas, en el post: Adiós Facebook. ¡Hola Apps!

Pues bien, en una reciente investigación – que aún se encuentra en desarrollo– en países de varios continentes van apareciendo datos que confirman esta tendencia observada en el contexto europeo y USA. El antropólogo Daniel Miller, profesor del Departamento de Antropología de la University College de Londres, coordina a nueve investigadores que realizan estudios etnográficos simultáneos en ocho países durante 15 meses, en una investigación financiada por el European Research Council, denominada Global Social Media Impact Study, enmarcada en el proyecto Social Networking Sites & Social Science Research Project que se dedica al conocimiento de las implicaciones del uso de los medios sociales para la humanidad y la sociedad global, así como explicar su importancia para el futuro de las ciencias sociales, analizando las ideas que el estudio de las plataformas de redes sociales puede aportar a las ciencias sociales en general.

familia ante el PC. foto: Gabriel Navarro

Es lo que se llama Antropología Digital, a saber, una disciplina como la antropología, que fue fundada en los estudios de parentesco, puede referirse a, y analizar, la creación de redes sociales y las comunidades que se encuentran en sitios como Facebook. En este estudio se centran principalmente (aunque no de forma exclusiva) en el uso que los adolescentes realizan de los medios sociales.

En un artículo publicado el pasado 20 de diciembre en The Conversation (una fuente independiente de noticias y opiniones, procedente de la comunidad académica y del ámbito de la  investigación), titulado: Facebook’s so uncool, but it’s morphing into a different beast, D. Miller afirmaba que “Lo que hemos aprendido al trabajar con chicos de 16 a 18 años en el Reino Unido es que Facebook no sólo está en caída, sino que es algo que está básicamente muerto y enterrado para ellos. La mayoría de ellos se sienten avergonzados, incluso, para vincularse allí. Si antes los padres estaban preocupados porque sus niños se agregaban a Facebook, ahora dicen los chicos que es su familia quien insiste para que se queden allí para publicar cosas sobre sus vidas. Los padres han conseguido dominar cómo utilizar este sitio y lo ven como una manera para que la familia permanezca conectada. En respuesta, los jóvenes se están moviendo hacia otras cosas más cool (más de moda o actuales).»

Los adolescentes están gravitando desde ese lugar hacia sitios como Snapchat y Twitter, la primera porque las interacciones establecidas con otros amigos no dejan registro permanente, y el segundo porque es mucho más fácil de utilizar. WhatsApp e Instagram son también citados por Miller como medios que están siendo más utilizados por los adolescentes.

Entre las razones que destaca Miller no aparecen las relativas a cuestiones de garantías de privacidad o de intrusión en los datos personales por parte de Facebook, como se podría suponer inicialmente. Y, además, la mayoría de los escolares participantes en su encuesta reconocieron que, en muchos sentidos, Facebook es técnicamente mejor que Twitter o Instagram. Está más integrada, es mejor para los álbumes de fotos, para la organización de fiestas y eventos, y más eficaz para la observación de las relaciones entre las personas. Lo cierto es que Facebook continúa siendo la primera plataforma en el entorno web.

Pero las aplicaciones móviles están ganando terreno. Para estos adolescentes, los amigos más próximos están conectados entre sí a través de Snapchat (un servicio de intercambio de imagen que le permite enviar las imágenes que desaparecen segundos después de que hayan sido enviadas)[i], y mientras que WhatsApp se utiliza para comunicarse con amigos muy cercanos, Twitter se usa con los amigos de una órbita más amplia. En el caso de Instagram pueden incluir a algunos extraños a sus círculos y se utiliza de una manera algo diferente. Facebook, por su parte, se ha convertido en un vínculo más con la familia, o incluso con los hermanos mayores que se han ido a la universidad. Es decir, parece que se observa una disminución significativa en la utilización de Facebook por los más jóvenes, pero cambia el tipo de uso (y su intensidad) limitándolo al contacto familiar.

No obstante, declara con rotundidad: “Lo que parece ser el momento más influyente en la decisión de una persona joven para salir de Facebook fue seguramente ese día temido en el que su mamá le envía una solicitud de amistad. Simplemente no puede ser joven y libre si sabe que sus padres pueden tener acceso a alguna indiscreción suya.”

Una idea que destaca Miller es que la dinámica futura de los nuevos medios puede depender de otros factores distintos de la función para la que estaban diseñados.

El impacto mediático y viral que tuvo en un corto periodo de días este artículo de D. Miller fue tal (entre otras razones, por un uso particular por parte de algún periodista haciendo referencia a las fluctuaciones posibles de los valores en bolsa de las acciones de la compañía Facebook), que hasta recibió correos de analistas financieros, y se vio obligado a realizar otro artículo explicando con detalle el contexto de investigación etnográfica y el alcance racional de sus ideas y afirmaciones. El pasado 30 de diciembre, Miller publicó en el blog del proyecto de investigación un post titulado: Scholarship, integrity and going viral donde explica la importancia y el valor que posee la “investigación cualitativa” que está realizando la cual, en muchas ocasiones, consiste en una observación participante. Afirmando aspectos como: “Sobre una cuestión sutil, como la motivación para el cambio de plataformas, considero que nuestro trabajo debe ser mucho más fiable que cualquier encuesta, por muy amplia que fuera.” Y resalta la lógica de esta investigación antropológica que terminará de recopilar datos en septiembre de 2014 y sobre la que no cree puedan publicarse datos definitivos de los informes sino hasta 2016. Subraya que una cosa son los reportes de información a raíz de hallazgos con los que se vaya encontrando y otra cosa será el final de su (interesantísima) investigación.

Defendiendo razonadamente el contenido de su anterior artículo, explica: “Yo no he sugerido que Facebook esté condenado. Declaro claramente que Facebook se está expandiendo en otros ámbitos y grupos de edad, y que estos mismos adolescentes conservan Facebook para fines familiares. Mis datos descubrieron abrumadoramente el caso de la pérdida de actualidad entre ellos. La frase «muerto y enterrado» inequívocamente sólo se refiere a la forma en que Facebook no va a ser “cool” de nuevo para este grupo de edad.”

A raíz de los efectos virales de su artículo y pensando en el futuro, D. Miller es optimista y lanza una propuesta genial y sensata: “Lo que claramente debería suceder ahora creo que es bastante obvio. Yo, realmente, espero que algunos de los periodistas o de hecho los lectores de esta noticia salgan ahora y hablen con algunos adolescentes en profundidad sobre el uso de los nuevos medios.”

Le deseo todo el éxito al profesor Miller y a todo su equipo de investigación del GSMIS y estaré al tanto del avance de sus investigaciones.

NOTAS

[i] Aunque en otros lugares se ha demostrado que no está garantizada del todo esa eventual desaparición de las imágenes.

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