Mobile Camel Library. Los libros armas contra el hambre
por: Gabriel Navarro

Hay historias que nos provocan una extraordinaria emoción al comprobar que en cualquier lugar que pueda parecernos inhóspito a los occidentales y frente a cualquier adversidad y obstáculos de incierta magnitud por el contexto ambiental o las confrontaciones políticas y bélicas del entorno, siempre surgen personas con una brillante, humana y práctica idea a favor de la cultura y la educación.

Leo con especial atención y entusiasmo un artículo de Yasmina Castro publicado en el especial de cultura de Le Nouvel Observateur “Rue 89” titulado Bibliothècaires du désert, ils baladent leurs livres en yak ou en chameau , en el que la periodista nos desgrana las principales historias del interesante, sin duda, documental «Hungry Minds» (Mentes hambrientas) realizado por Beatrix Schwehm, galardonado con el premio “Bridge Between Cultures” del Festival de Cine Documental de Palermo, que se emitirá hoy mismo en el canal Arte de Francia con el título “Livres nómades”. Y del cual os traduzco sus contenidos:

Desde las primeras imágenes del documental » Hungry Minds «, se observa una manada de camellos desplazarse en cajas de madera. La carga parece pesada. Esto se desarrolla en algún lugar en el norte de Kenia, a pocos kilómetros de Somalia. A la luz de los recientes acontecimientos, podría provocar desconfianza a la vista de la carga, pero nos equivocamos, los camellos son guiados por Abdullahi Osman y sus jorobas portan libros. Los de la « Mobile Camel Library» (biblioteca móvil en camello).

Mobile Camel Library Kenya Abdullahi Osman (Beatrix Schwehm
Abdullahi Osman carga un camello en Kenia (Beatrix Schwehm). Fuente: www.rue89.com


Desde hace catorce años, este somalí, amante de los libros, viaja durante diez días por mes a través de los pueblos perdidos en la frontera entre estos dos países del este de África  Con su equipo, visita escuelas y campamentos de nómadas somalíes, y presta libros a los niños y, a veces, a los adultos. Kiswahili , Inglés , matemáticas, cómics : los lectores descubren con avidez los tesoros transportados por Abdullahi , que los esparce en el mismo suelo, para que cada uno pueda utilizarlos. «La vida tiene que comenzar en alguna parte y la mía empezó con mi trabajo como vendedor de libros «, dice con orgullo este librero del desierto.

Esta película es una vuelta al mundo donde el espectador viaja desde Kenia a Bangladesh, después a Mongolia y la vuelta, para trazar la historia de tres hombres quienes, contra viento y marea, llevan libros a pueblos que no pueden conseguirlos. Más allá de los libros, estas “bibliotecas móviles” son portadoras de esperanza y de cierta apertura hacia el mundo. Al respecto, Abdullahi afirma: “en esta parte del país, la gente es analfabeta. Si sus hijos tienen una educación, podrán hacer frente a sus vidas, encontrar un trabajo. Los libros, estas son nuestras armas contra el hambre.

En Bangladesh, el arquitecto Mohamed Rezwan presenta su “biblioteca flotante”, un barco de bambú que él ha hecho construir a través de artesanos locales. Hay instalados paneles solares para hacer funcionar los ordenadores y permitir a los visitantes recargar las baterías de lámparas y de teléfonos móviles. Y expresa: “Yo vengo del norte del país donde la gente es muy pobre y vulnerable a los efectos del cambio climático, donde hay a menudo inundaciones. Yo quería encontrar una solución para acceder a la gente en cualquier momento, incluso durante el monzón.”

En cada parada, son decenas de niños y jóvenes, de los cuales muchas niñas, que suben a bordo para aprender los conceptos básicos de la informática o solicitar libros de préstamo. Al día de hoy, casi 90.000 personas, de todas las edades, son beneficiarios de esta biblioteca móvil.

En el entorno de la belleza de las llanuras mongolas la directora de este documental, sigue a Jambyn Dashdondog. Autor de libros para niños, sale regularmente de su pequeño apartamento en Ulan-Bator con cajas llenas de libros, en dirección a las yurtas de los nómadas instaladas en medio de la nada. En coche, por avión, o a lomos de un yak si es necesario, el parte al encuentro de esas familias en las que los niños  están aislados muy a menudo. Este viejo hombre afirma: “En Mongolia, el comercio de libros no es rentable. Las familias cambian a menudo de lugar a la búsqueda de pasto para el ganado y los niños no tienen casi ningún acceso a la lectura, lo cual limita su creatividad”. Y añade: “Quién sabe, quizá habrá entre ellos un futuro Primer Ministro”.

Yasmina Castro finaliza su artículo relatando como la cámara se posa sobre un grupo de pequeños mongoles que miran, maravillados, las páginas coloreadas de una historia que sucede en Kenia. La segunda a continuación, es un grupo de escolares somalíes que descubre el mismo libro, justo antes que un chico a bordo del barco-biblioteca de Bangladesh…

Tres historias distintas pero al fin y al cabo la misma, gracias a tres libreros y a su pasión.

Os dejo a continuación el trailer de esta película documental, de la que ya estoy expectante para cuando se proyecte en España.

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