Empleo para jóvenes frente al saqueo
por: Gabriel Navarro

Hace unos días un educador experto en inserción social de jóvenes (Alberto Croce) nos manifestaba (en La Nau de la Universidad de Valencia) que, ante este escenario de crisis, lo que hace que la gente reaccione no es dejar que afecte cada día más el malestar, esa «culpa global» que no es la causa verdadera de esta situación. Cuando el gran problema es el sistema financiero internacional que intenta extraer el máximo beneficio. Esta sensación de culpa es consecuencia del mandato institucional de que cada uno de nosotros debemos ser «exitosos” individualmente. Cualquier solución respetuosa con los jóvenes nos exige utilizar los conceptos apropiados para describir la realidad y afrontarla. Esto no es una crisis, lo que sucede en España es un saqueo. Lo que más pone en evidencia el saqueo en España es el enorme paro juvenil del 57%. Hay que animar a los jóvenes a debatir colectivamente las causas de lo que ha provocado la crisis, y trabajar con ellos las lógicas para superar la idea de que no hay salida o que la única posible es individual o de huida del país.

Aunque muchos de los esfuerzos radicarán en el empeño que cada joven ponga en su propia capacitación y en su adaptación a las necesidades del mercado, y en la búsqueda de alternativas junto a otros.

La Estrategia de Emprendimiento y Empleo Joven, presentada por el Gobierno, muestra un diagnóstico de las causas de este enorme desempleo de la juventud: Alta tasa de abandono escolar; unos jóvenes abandonan sus estudios con escasa cualificación y otros, altamente cualificados, están subempleados; escaso peso relativo de la Formación Profesional; escasa empleabilidad de los jóvenes; un 82,3% de jóvenes con trabajos temporales involuntariamente; difícil acceso al mercado laboral de los grupos en riesgo de exclusión social; necesidad de mejorar los niveles de autoempleo.

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Lo que no está claro es que el conjunto de actuaciones que propone vaya a surtir el efecto deseado. Destaca un importante apartado de formación para obtener certificados de profesionalidad o dominar idiomas, Pero en ningún país se soluciona el problema de paro mediante la formación de los jóvenes, sino con políticas claras de creación de empleo. De hecho, en fases de crecimiento, quienes disponían de mayor cualificación conseguían mejores salarios, pero ello no implicaba trabajos adecuados a su nivel formativo. Se apuesta por el fomento del autoempleo, y según las asociaciones de autónomos la cuota ‘superreducida’ para jóvenes es necesaria, pero no resultará suficiente.

La opción de promover el emprendimiento es relevante. Un tema de moda es la necesidad de reiventarse y convertirse en “emprendedor” y, ciertamente, no es malo que se incorpore en nuestra sociedad este espíritu; pero pensar que el autoempleo constituirá la solución a los seis millones de parados es síntoma de un engaño que puede provocar más frustraciones e hipotecas personales no asumibles. Los grandes expertos en emprendimiento opinan que la excusa para no emprender no pueden ser ni los políticos, ni la administración, ni la burocracia. Se focaliza este asunto en la financiación, y en verdad hay mucho dinero con aversión al riesgo, pero también hay capital buscando buenos proyectos donde invertir, y más si incluyen innovación. Hay que impulsar, sin duda, el flujo de los créditos de manera que no se asfixie más a los pequeños empresarios. Junto a ello sería bueno que desde las instituciones se impulsara en mayor medida iniciativas como las “Startup weekend” y las denominadas “incubadoras tecnológicas[i].

Otro aspecto que preocupa notablemente es que el Gobierno no se haya comprometido en este plan a asegurar la oferta de empleo o formación para cualquier joven en un período máximo de cuatro meses, que es precisamente la innovadora perspectiva que aporta la “Garantía Juvenil” impulsada por Europa, y sin concretar las medidas que demuestren que la estrategia tiene una base de aplicación real.

Los diferentes Observatorios de Empleo de cada comunidad nos muestran cuales son las tendencias esperables de aumento de puestos de trabajo y qué sectores ociosos pueden convertirse en nichos de empresas. Más en un clima de recesión y con un futuro de paro lamentable, asegurar los presupuestos de una “idea de negocio” es complicado.

La salida a esta crisis, a este saqueo, reside en una interacción entre nuestras capacidades y actitudes personales y nuestra acción e imaginación colectiva como ciudadanos. Sin embargo, todo ese esfuerzo social no será suficiente sin una apuesta por la inversión pública y (como explica Florent Marcellesi), por el reparto del trabajo y la reducción de la jornada laboral como medidas hacia más equidad, el fomento del tercer sector, una distribución más igualitaria de los ingresos a través de razonables rentas básicas, una política de formación activa continua, y un cambio de modelo productivo promoviendo empleos verdes, bajo un cambio cultural que supere la lógica tradicional del consumismo.

NOTAS:

[i] Una referencia interesante en la Región de Murcia es el Cloud Incubator HUB: una incubadora/aceleradora de empresas, iniciativa de la UPCT, cuyo objetivo es la creación de startups en el marco de las Aplicaciones para dispositivos móviles (Apps), Internet TV, Internet de las Cosas y Cloud Computing.

(Artículo publicado en diario La Verdad de Murcia –edición en papel- el día 5 de mayo de 2013)

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